La holística y la filosofía se
relacionan muy estrechamente. Una y otra pretenden encontrar el sentido profundo
de las cosas, sin deseos de agotar el conocimiento, ni mucho menos hacerlo
suyo. La holística tiene su fundamentación en la filosofía y su holopraxis está
expresada en la experiencia que vive, observa, aprehende, abstrae, simboliza,
construye, aprende. En palabras de Barrera (2006), una experiencia
eminentemente holística del todo, la filosofía abstrae a través de
particularidades el conocimiento para progresivamente avanzar en el propósito
de comprender la totalidad. Sin embargo, esta aprehensión primigenia, debe ser
confrontada con el holos (del todo), para poder percibir en ese proceso los
cambios que se producen, fruto de los distintos factores y situaciones del
conocimiento.
La
producción del conocimiento basado en el concepto de holismo. El ser humano puede captar un objeto
en tres diferentes niveles: sensible, conceptual y holístico. El conocimiento
sensible consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso
de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos
almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y
dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por
el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el
tacto.
En segundo lugar, tenemos el
conocimiento conceptual, que consiste en representaciones invisibles, inmateriales,
pero universales y esenciales. La principal diferencia entre el nivel sensible
y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza,
respectivamente a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es
singular y el conceptual es universal.
Por ejemplo, puedo ver y mantener
la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible, singular. Pero además
puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los padres; es universal.
El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es abstracto.
La imagen de padre es singular, y
representa a una persona con dimensiones y figura concreta. En cambio el
concepto de padre es universal (padre es el que da vida a otro ser). La imagen
de padre sólo se aplica a todos los padres, por eso decimos que la imagen es
singular y el concepto es universal.
En tercer lugar tenemos el
conocimiento holístico (también llamado intuitivo, con el riesgo de muchas
confusiones, dado que la palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de
premoniciones y corazonadas). En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni
estructuras universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un
objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una
totalidad, sin estructura ni limites definidos con claridad. La palabra
holística se refiere a esa totalidad percibida en el momento de la intuición.
(Holos significa totalidad en griego).
La principal diferencia entre el
conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El primero carece
de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El concepto, en
cambio, es un conocimiento estructurado.
Tomado de www.redalyc.org
González, Eglé María FUNDAMENTOS DE TOTALIDAD Y HOLISMO EN LAS COMPETENCIAS PARA LA INVESTIGACIÓN. Laurus, Vol. 13, Núm. 24, mayo-agosto, 2007, pp. 338-342.
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